jueves, 16 de agosto de 2012


Me despierta el café con aroma de tu piel, y sabor de tus labios…como si cada amanecer lo hubiera saboreado…cuando hubo un tiempo en que no existía la espuma de sonrisa y ahora es la sonrisa la que mide el tiempo.
Y creo que es lunes, o martes, pero puede ser que sea jueves. No tengo calendario, lo voy creando entre tus brazos.
Muerdo mis labios para no dejar escapar palabras en mayúsculas, pues el abecedario me lo enseñaron poco  a poco, y conjugar las palabras costó algo más que enredarme en tu pelo. Y me gusta esta escuela, llena de olores que llevan a ese lugar que no creía ya encontrar…y disfruto del camino…atenta a cada paso…cogida de tu mano…pues así, todo resulta más fácil…y me va asustando menos que la tinta empiece a dibujar cosquillas sobre papel y letras en tu piel.

Ai shiteru kokoro
                                                                                                                                              Noviembre 2008



Fue en una plaza, rodeada de libros y ranas, donde un día te encontré.

Mi reloj no ocupaba su espacio y lo acariciaste.

Entonces supe que te había encontrado para conocerte.

Tomamos unas cervezas y el tímido gesto de un cojín llenó de ternura una tropical. Entonces quise que te atrevieras a lanzarlo.

Y, aunque tu no lo sepas, esa noche me acompañaste más allá de mi casa.

Un camino nos llevó a roces sin tacto, a sábanas de esperanza y a paredes pidiendo color.
Y se hizo de noche.

Entre confusiones toqué tu mano y nuestros labios se miraron.
Luego amaneció un abrazo. Y me dijo que te había conocido para quedarme a tu lado.

Y enamorarme quedaba enfrente, donde la sonrisa me llamaba a su encuentro.

Un domingo la noche no durmió y tocó en su puerta el amanecer.
La ciudad ahora era distinta; tomaba vida en forma de ribetes de fiesta.
Y crucé.

Uniéndome a las sonrisas, pintamos paredes, tiramos cojines, compartimos cervezas, paramos el reloj, cambiamos las sábanas y creamos vida. Vida con olor a tus ojos y miradas de tu piel.

Entonces te amé.

Y el café de las mañanas reclama siempre tu presencia.

Le he dicho que no se preocupe, que te cuidaré, que mis ojos velarán los tuyos mientras se me conceda el placer de observarlos. 

Y es que amarte ya no tiene regreso.  
Se queda a tu lado.


Ai shiteru kokoro                                                    
                                                                                                                                             Octubre 2008

viernes, 3 de agosto de 2012

Esta noche soñaré con tu ausencia, pues mientras tu subes al cielo, yo, sencillo pescador, miro mis sandalias y trato de pescar algo que cenar.

Nunca dejo de pensar en ti.

Mientras subes esas pesadas escaleras, mientras bajas la basura por esa misma pesada escalera, mientras abres el verde buzón..pero la invitación de boda no llega.

La carta tocará a la puerta. Y soy feliz, porque tú, con tus silencios, tus subidas y bajadas, me lo has dicho sin letras y con la mirada, que es la forma más sincera de llegarme.

Y mi reloj ya está parado. No tiene prisa. Ahora está en el corazón y tiene para ti todo el tiempo del mundo.


Ai shiteru kokoro
                                                                                                                                                      Julio 2012